Una cocina sin estilo definido… que lo tiene todo
Presentación del proyecto
En una villa espectacular de estilo cortijero moderno, la cocina no estaba a la altura del resto de la vivienda. Oscura, desproporcionada y con una distribución que desaprovechaba su potencial, pedía a gritos un rediseño. La clienta lo tenía claro: quería una cocina luminosa, funcional y con carácter, pero sin romper la estética general de la casa.
La problemática
El reto era doble: dar luz y vida a la cocina sin encasillarla. No debía parecer excesivamente moderna, pero tampoco caer en el clasicismo previsible que suelen pedir este tipo de construcciones. Además, el lavadero, ubicado junto a la entrada de la casa, recibía toda la luz natural… mientras que la cocina quedaba en penumbra.
La solución
Nuestra propuesta fue clara: unir lavadero y cocina para transformar la distribución. Al trasladar el lavadero al sótano, liberamos espacio, ganamos luz y abrimos nuevas posibilidades de diseño.
Materiales que equilibran tradición y modernidad
El gran reto era mantener el alma de la villa sin caer en excesos decorativos. Por eso optamos por una combinación poco común:
Puertas bajas en roble natural lacado a poro abierto, en tono topo, con cuarterones y tiradores elegantes para mantener el guiño clásico.
Puertas altas en laca beige, lisas y sin tiradores, que aportan limpieza visual y un aire contemporáneo.
Encimera en porcelánico con vetas suaves, sofisticada y atemporal.
Campana invisible y luminarias modernas (diseñadas por Illusion) para un acabado limpio y funcional.
Desayunador oculto con puerta escamoteable, interior en roble natural y mesa extraíble en acero: práctico y estético a la vez.
El detalle que lo cambia todo
Durante la obra apareció un pilar oculto en el centro de la estancia. Un muro estructural lo hacía inamovible, obligándonos a rediseñar la isla. La clave fue integrarlo sin romper la fluidez del espacio ni dificultar el acceso a la vinoteca. Soluciones así no se encuentran en catálogos: nacen de la experiencia y del criterio de diseño.
Una cocina que se siente parte de la casa
El resultado fue una cocina luminosa, equilibrada y perfectamente integrada con el estilo de la villa. La clienta lo resumió con una frase que para nosotros vale más que cualquier descripción:
“Estoy estrenando la cocina, pero gracias al diseño y los colores elegidos parece que venía con la casa.”
Además, añadimos un detalle muy personal: una zona de descanso con sofá capitoné, diseñada a juego con la cocina, para que pudiera leer y estar con sus perros. Un rincón íntimo que demuestra que el diseño también puede ser emocional.
“Este tipo de proyectos nos motivan especialmente. Porque no se trata solo de ‘hacer una cocina bonita’, sino de solucionar un problema real. Cuando un cliente viene con una dificultad (en este caso, una cocina desproporcionada, con poca luz y sin estilo definido), para nosotros es el mejor punto de partida. Nos empuja a pensar, proponer y encontrar soluciones reales.”
— Yann, Nova Kitchen Concept