Cocina cálida, luminosa y funcional junto al campo de golf
Presentación del proyecto
En una villa de inspiración sueca situada en la zona del campo de golf de Marbella, los propietarios buscaban transformar su segunda residencia en España en un espacio que transmitiera calma, orden y confort. La cocina, uno de los lugares clave de la casa, debía reflejar esa sensación de serenidad nórdica, pero también ofrecer la funcionalidad y el carácter que requiere una vivienda pensada para disfrutarla en vacaciones y fines de semana en familia.
La problemática
El espacio original carecía de identidad y no se integraba con el estilo de la vivienda. Aunque contaba con buenas dimensiones, resultaba apagado y desaprovechado, sin suficiente luz ni coherencia estética. El reto consistía en diseñar una cocina luminosa, práctica y acogedora, que encajara en la arquitectura de la casa y a la vez respondiera a las necesidades reales de sus propietarios.
La solución
Nuestra propuesta fue clara: crear una cocina abierta, cálida y minimalista, con materiales naturales y una distribución optimizada que potenciara la luz y la comodidad. El diseño debía ser sobrio pero acogedor, pensado para resistir el paso del tiempo tanto en funcionalidad como en estilo.
Detalles destacados del diseño
- Frentes de cocina en madera natural texturizada, con tiradores visibles, para aportar autenticidad y una estética cálida y atemporal.
- Puertas altas en acabado blanco liso, que suman luminosidad y refuerzan la sensación de amplitud.
- Encimera de porcelánico con vetas suaves, resistente y fácil de mantener, que aporta elegancia sin estridencias.
- Bloques de almacenamiento a medida, que integran horno, microondas y frigorífico en un mismo conjunto armónico.
- Isla central con vinoteca incorporada, práctica para reuniones y perfecta para reforzar la conexión con el salón.
- Iluminación estudiada en techo y mobiliario, que aporta calidez y facilita las tareas diarias.
Una cocina que refleja la vida de sus dueños
El resultado fue un espacio abierto, funcional y acogedor, capaz de transmitir la serenidad propia del diseño nórdico pero adaptada al estilo mediterráneo. Una cocina pensada para disfrutar del día a día, que integra perfectamente estética y practicidad.
Los propietarios lo definieron como un lugar que “invita a quedarse”, donde cada detalle está pensado para hacer la vida más cómoda sin renunciar al estilo.
“Este proyecto resume muy bien lo que nos gusta hacer: entender al cliente, adaptarnos a su vida y diseñar con sentido. Aquí no se trataba de impresionar, sino de acertar.”
“Fue una cocina muy agradecida de diseñar. Los clientes eran muy receptivos y confiaban mucho en nuestras recomendaciones. Eso hace que todo fluya.”
